Durante el embarazo, el cuerpo sufre cambios considerables sobre todo en la zona del abdomen y la pelvis. Es por ello que bien aplicado, el método Pilates se puede convertir en un gran aliado para tonificar el cuerpo de las embarazadas. Es erróneo evitar la actividad física durante este periodo, pues la tonificación muscular es beneficiosa a lo largo de todas las etapas de nuestra vida. Si esperas un bebé, dedícate tiempo y anímate a probar el Pilates para embarazadas.
Necesitarás:Dirígete a un centro de Pilates especializado donde se impartan clases a grupos reducidos así como clases específicas para embarazadas.
2Si practicas pilates en un gimnasio puedes correr el riesgo de sufrir lesiones ya que las clases nunca son personalizadas. Si es tu caso, informa rápidamente al monitor de tu estado para que te enseñe a adaptar los ejercicios.
3Realiza los ejercicios frente a un espejo. De esta manera podrás corregir tu postura y adquirir el control sobre tu cuerpo con mayor eficacia.
4No es recomendable practicar Pilates con calzado. Trabaja con calcetines o sin ellos para tener una mejor adherencia.
5Utiliza una colchoneta para tumbarte sobre el suelo.
6Lo primero es aprender a respirar correctamente para poder muscular y relajarte al mismo tiempo. En Pilates empleamos la respiración diafragmática.
7Una buena respiración diafragmática consiste en inspirar por la nariz y espirar fuertemente por la boca como si hicieras vaho sobre un espejo, cerrando tus costillas y la faja torácica y apretando tu cintura hacia el interior, como si te pusieras un pantalón de una talla menos.
8Para ello deberás tumbarte en el suelo sobre la colchoneta, colocando la pelvis en posición neutra. Puedes realizar las respiraciones con las piernas flexionadas.
9Lleva el aire hacia los lados de tus costillas. Para notarlo, coloca tus manos sobre los costados de tus costillas para notar cómo se hinchan y aprende a conducir el aire hacia esos puntos laterales evitando abrir las costillas hacia arriba.
10Esto te ayudará a abrir el pecho. Piensa en pegar los hombros y las escápulas lo máximo posible al suelo y estira las cervicales llevando tu barbilla al pecho. Imagina que un hilo tira de tu coronilla.
11Combina las respiraciones con movimientos de cadera adelante y atrás para ir movilizando la zona pélvica.
12Durante el embarazado el abdomen se estira considerablemente y es aconsejable fortalecerlo con precaución para estar preparada para el parto. Consulta a tu monitor de Pilates y a tu ginecólogo a cerca de los ejercicios abdominales que puedes hacer y cuáles debes evitar.
13Tras el parto es aconsejable realizar actividad física para fortalecer toda la zona que ha sufrido. Existen clases de Pilates postparto creadas para que las mamás acudan con sus bebés. De este modo, no sólo recuperas tu firma física sino que creas un vínculo especial con tu hijo durante los primeros meses de su vida.