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Cómo tratar a un gato con diabetes

Si tu gato ha sido diagnosticado de diabetes, tendrás que aprender a darle los cuidados necesarios para que disfrute de una estupenda calidad de vida. Con un estilo saludable de vida, una dieta equilibrada y apropiada y la terapia con insulina es posible mantener controlada la salud de tu gato diabético. Es importante tener claro que se trata de una enfermedad que no tiene cura, y según su evolución puede que necesite tratamiento de por vida, sin embargo dándole todas las atenciones garantizarás su bienestar por eso en unComo.com te explicamos cómo tratar a un gato con diabetes.

Pasos a seguir: 1

El objetivo del tratamiento para un felino con diabetes es preservar su calidad de vida lo máximo posible. Se trata de minimizar las complicaciones derivadas de la diabetes sin causar hipoglucemia y detener los síntomas de la enfermedad: consumo de agua en exceso, micción muy frecuente, pérdida de peso y aumento de apetito.

Si no se controla la diabetes mellitus puede derivar en un problema grave llamado cetoacidosis diabética o coma diabético, si es el caso habrá que ir a urgencias inmediatamente. Mediante la terapia con insulina también se puede minimizar otras complicaciones como la debilidad en las extremidades posteriores.

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La clave para el tratamiento de la diabetes felina es seguir una rutina constante de cuidados. Entre las inyecciones de insulina, la alimentación y los controles rutinarios del nivel de glucosa podrás tender controlada la enfermedad de tu gato.

Será el veterinario el que determine la dosis correcta de insulina para tu felino, cada gato tiene unos requerimientos distintos que se basan en su peso y en sus necesidades concretas. La dosis inicial de insulina se calcula partiendo del peso de tu felino, y tu médico irá monitorizando el efecto de estas primeras inyecciones. Te pedirá que observes a tu gato para ver si orina o bebe menos.

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El veterinario irá comprobando los niveles de glucosa en sangre, y también examinara la presencia o no de cuerpos cetónicos y glucosa en la orina. Con esta información el profesional podrá ir ajustando las dosis de medicación hasta conseguir la adecuada y efectiva para tu felino.

En casos complejos puede que tu gato tenga que ser hospitalizado para ver con detenimiento los efectos de la insulina sobre su salud. Tras estos comienzos llegará un momento en el que tendrás que seguir un tratamiento de mantenimiento marcado por tu veterinario de confianza.

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El mantenimiento del tratamiento consistirá en seguir con las dosis prescritas de insulina y una serie de pautas o recomendaciones para seguir una dieta específica. Tendrás que seguir en estrecho contacto con tu veterinario, ya que será él quien fije las fechas para hacer controles puntuales. Para esos chequeos harán falta muestras de orina o de sangre que servirá para ver los progresos de tu mascota.

Para el control de tu gato con diabetes, aparte de tener un compromiso a largo plazo con los cuidados de tu gato, necesitarás tener en casa insulina exclusiva veterinaria, jeringas para administrar la dosis, utensilios de monitorización, fuente de glucosa y el pienso de prescripción veterinaria que te recomienden.

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La alimentación es uno de los cuidados más importantes para tu gato. La dosis diaria de insulina se ajusta para satisfacer las necesidades de energía de tu mascota, por eso, la dieta es crítica para su salud. Tu gato tendrá que ser alimentado de forma regular, en pequeñas raciones y a las mismas horas del día.

La dieta ideal para un felino con diabetes debe contener una proteína de buena calidad, de fácil digestión y con poca cantidad de grasa. Habla con tu veterinario para que te asesora sobre el pienso especial para tu gato y sigue sus instrucciones.

Si además tu animal tiene sobrepeso, será recomendable que empiece con una dieta de control de peso para bajarlo de forma gradual, esta pérdida de peso ayudará a que se controle mejor la diabetes. Los gatos obesos pueden tener resistencia a la insulina, con lo que la terapia será menos eficaz y necesitará dosis elevadas. La pérdida de peso debe ser gradual, tendrás que darle las dos terceras partes de la dosis de comida recomendada hasta que alcancen su peso ideal, en caso contrario, si tu gato es más delgado de lo normal, tu médico te recomendará una dieta para que recupere peso.

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En el tratamiento de la diabetes de tu gato, la monitorización es fundamental, es normal que las necesidades de insulina de tu mascota cambien con el tiempo aún después de un periodo de estabilidad. Esto puede deberse a los cambios de peso, modificación de los niveles de actividad, la presencia de otras dolencias y otros tratamientos. Por eso hay que seguir controlando los progresos de tu gato y consultar con tu veterinario por si hay cambios bruscos o inusuales.

Los controles incluirán exámenes de las muestras de orina y sangre para comprobar la concentración de cuerpos cetónicos y de glucosa. Con estos datos se podrá realizar una curva de niveles de glucosa en sangre para determinar una nueva dosis de insulina. Nunca debes alterar las dosis sin consultar con el veterinario.

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Una vez tu mascota esté estable con la insulina, tu gato podrá tener una vida sana y feliz a tu lado. La esperanza de vida de un gato diabético, si lo cuidas bien, es muy parecida a la de cualquier otro felino sano, si sigues todas las pautas de tratamiento que te indique el veterinario, todo irá sobre ruedas.

Por eso mantente al lado de tu mascota dándole toda la atención médica y el amor que necesita, y verás como se recupera poco a poco.