EsHowto >> Mascotas >> Perros

Cómo evitar que mi perro arañe las puertas

Si tu perro araña las puertas de casa, nos encontramos ante un caso de ansiedad por separación. Es una de tantas conductas que tu amigo canino puede adoptar cuando estás fuera de casa y te echa mucho de menos. No es que tu perro no sepa estar solo, sino más bien que no se encuentra bien sin tu compañía y busca tranquilizarse con este tipo de hábitos destructivos. Desde unComo.com vamos a darte unos consejos para evitar que tu perro arañe las puertas, y la clave está en enseñarle a estar sosegado y a gusto cuando esté solo en el hogar.

Pasos a seguir: 1

Nuestro primer consejo no va a ser muy fácil de seguir, especialmente si adoras con locura a tu perro, pero eres responsable de su educación y no hay que malcriar. Debemos contener nuestras muestras de cariño, para enseñarle a que sepa estar solo, ser autosuficiente y estar bien consigo mismo.

Cuando dejamos solos a nuestros canes, tendemos a ser demasiado cariñosos cuando nos reencontramos con ellos para compensar. Y esto, tiene un efecto perjudicial para tu perro, ya que cuanto más afectuoso seas al estar con él, más notará tu ausencia. Y puede que acabe por arañar las puertas de casa como una conducta natural.

2

También debe aprender a estar solo cuando estás en casa. No quiere decir que seas frío y distante, simplemente debes decidir los momentos en los que le prestarás atención. Tu mascota debe aprender, y asimilar como algo normal, que pueda estar solo en un lugar sin que estés pendiente de él todo el tiempo. Así que intenta, en la medida de lo posible, ignorarle para que entienda que tu también tienes tu espacio, piensa que en cuanto le lances una pequeña mirada, tu perro saltará a donde estés.

3

Cuando vayas a salir de casa, acostúmbrate a no hacer una memorable despedida. Lo mejor es que un rato antes de salir, no le hagas ningún caso. E incluso sal de casa sin decir ni una sola palabra a tu perro.

Con la despedida, lo único que vas a conseguir es que tu compañero canino se quede tras la puerta esperando, y ansioso de que regreses. Sabemos que es difícil de hacer, pero es la mejor forma de que tu perro no sufra con tu ausencia.

Las mascotas se saben de memoria nuestra rutina (ducha, desayuno, llaves,etc), y algo positivo que debes hacer es que ese ritual pierda sentido para tu perro. ¿Cómo? Puedes hacer esas mismas cosas, pero sin salir de casa. Poco a poco, irá dejando de asociarlo.

4

Cuando llegues a casa después de largas horas de soledad, lo mejor que puedes hacer es ignorar a tu perro, al menos hasta que se tranquilice. Piensa que tu can estará muy ansioso por tu llegada, si le recompensas con muchos mimos le estás dando el mensaje equivocado. Le estás enseñando a que no pueda vivir sin ti. Sólo has de esperar un rato para saludarle con moderación.

5

No le saques a pasear nada más llegar a casa. Son demasiadas emociones juntas para tu perro. Como con el saludo, el paseo con tu mascota deberá esperar algunos minutos, sólo para que se relaje.

Hay que educarle para que entienda que con ese comportamiento ansioso no se consigue nada, y poco a poco, dejará de asociar tu llegada a casa con su salida a la calle y cada vez estará menos estresado esperándote. Recuerda que cuanto más ansiedad padezca, más probable que tenga algún tipo de conducta destructiva como arañar las puertas.

6

Una buena idea para que tu perro no se sienta tan solo podría ser dejarle música con el volumen bajo, no habrá tanto silencio y si hay algún ruido externo tu can no se agobiará o ni siquiera lo oirá.

Otra buena opción para la adaptación de tu perro a la soledad es usar difusores de feromonas, ya que cumplen una función apaciguadora, que ayuda a mantener la tranquilidad de tu compañero canino ante cualquier circunstancia.

7

Antes de pasar muchas horas fuera, una buena idea es salir a dar un buen paseo con tu perro cada mañana. Hazlo con algo de tiempo, para que cuando vuelvas a casa, tu mascota se relaje, se acueste, y entonces, puedas salir de casa dejándolo muy relajado. Si aún así, sigue intranquilo, sé firme y ordénale que se acueste.