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Cómo tratar la insuficiencia renal en gatos

Los riñones son los órganos encargados de filtrar la sangre y producir orina, con la que se eliminan numerosos desechos del metabolismo del animal. Cuando no son capaces de realizar adecuadamente su función, nos encontramos ante una insuficiencia renal, también llamada fallo (o falla) renal.

En otro artículo publicado en unComo.com explicamos cómo saber si un gato tiene insuficiencia renal, y repasamos los tipos que puede haber según su duración (aguda o crónica) y según el lugar del sistema urinario que origina el fallo (renal, prerrenal o postrenal); en este nos centraremos en cómo tratar la insuficiencia renal en gatos.

Corregir las alteraciones

Antes de abordar el tratamiento de cualquier enfermedad, es necesario evaluar el estado general de salud del animal y estabilizarlo en el caso de presentar alteraciones que puedan hacer peligrar su vida.

Además de anorexia, los gatos con insuficiencia renal suelen presentar desequilibrios electrolíticos que detectará tu veterinario mediante un análisis y corregirá debidamente.

Corregir la causa que la provoca

El primer objetivo del tratamiento debe ser acabar con la causa que está provocando el fallo renal a tu gato. Las más frecuentes suelen ser obstrucciones por cálculos, infecciones, algunos tóxicos como los metales pesados o el etilenglicol, enfermedades en el hígado, infecciones en el útero, hipotensión e hipertiroidismo.

También hay enfermedades con un componente genético asociado que pueden afectar al riñón, siendo más comunes en las razas Persa, Siamés, Abisinio, Birmano, Maine Coon y Ruso Azul.

Fluidoterapia

La fluidoterapia es la administración de fluidos ("suero") al animal, generalmente por vía intravenosa, para tratar o prevenir la deshidratación, además de corregir alteraciones electrolíticas.

Aunque en algunas ocasiones los gatos con insuficiencia renal presentan poliuria, es decir, que orinan más veces de lo habitual, en otros casos ocurre lo contrario, orinan poco (oliguria) o nada (anuria).

Como hemos comentado, la producción de orina es necesaria para eliminar desechos, si no se consigue solo con la administración de fluidos, se puede recurrir al uso de diuréticos, como la furosemida o el manitol.

Diálisis

Si incluso los diuréticos han fracasado y el gato sigue sin producir orina, o en casos muy avanzados en los que el riñón sea totalmente incapaz de funcionar, se puede optar por la hemodiálisis (filtrar la sangre con un aparato) o por la diálisis peritoneal, que consiste en administrar fluidos por una sonda colocada en el abdomen y utilizar el peritoneo (una membrana interna del animal que envuelve los órganos) a modo de filtro.

En gatos la diálisis es algo más compleja y mucho más cara que en humanos, con lo que en muchos de estos casos se suele recurrir a la eutanasia.

Dieta específica

Es la base del tratamiento, sobre todo a largo plazo. Existen alimentos específicos para gatos con problemas en el riñón, que se pueden comprar en centros veterinarios.

Estas dietas están disponibles tanto en forma húmeda (latas) como seca (pienso), y contienen sustancias capaces de regular el pH de la orina, favoreciendo la función renal y dificultando la formación de cálculos. También tienen bajo contenido en fósforo, con lo que se minimizan los daños que sufre el riñón, y compuestos que lo protegen, como antioxidantes y ácidos grasos omega 3.