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Cómo curar una infección de orina en gatos

Como la mayoría de los animales de compañía, los gatos pueden sufrir infecciones de orina, sobre todo las hembras. Los primero que suele detectar el dueño del animal es que el gato o la gata orina muchas veces al día pocas cantidades, y en ocasiones la orina tiene un color rojizo, porque puede contener sangre. En la práctica, no es excesivamente complicado curar una infección de orina en gatos, en unComo.com repasamos cómo hacerlo.

Pasos a seguir: 1

Alimentación

La anorexia (falta de apetito) es un síntoma muy común de la mayoría de enfermedades que afectan a los gatos, entre ellas las infecciones de orina.

Una buena alimentación ayuda a curarse mejor y más rápido, pero además, debido al metabolismo de los gatos, y la manera que tienen estos animales obtener energía a través de las reservas de grasa, el ayuno es muy perjudicial para ellos y puede tener consecuencias graves como alteraciones en el hígado.

Para evitarlo, existen complejos vitamínicos, ricos en nutrientes, disponibles en centros veterinarios y tiendas especializadas, que proporcionarán al gato la energía que necesita, además de estimular el apetito (algunos).

Muchos de estos productos tienen un buen sabor, por lo que es más fácil que el gato se los tome, y, si no lo hace, se pueden administrar directamente en la boca con una jeringa (obviamente sin aguja) y mucha paciencia.

Si lo anterior no ha funcionado, se puede recurrir a estimulantes del apetito.

Hay de varios tipos, desde algunos de los compuestos vitamínicos mencionados anteriormente hasta el diazepam a dosis altas (de entre 1.25 a 2.50 mg según el peso del gato, cada 8 horas por vía oral), que te recetará tu veterinario.

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Antiinflamatorios no esteroideos (AINES)

Se utilizan por un doble motivo. Primero, para mejorar el estado general del gato, ya que son analgésicos y consiguen que el gato se sienta mejor; y segundo, porque su efecto antiinflamatorio puede aliviar la cistitis (inflamación de la pared de la vejiga de la orina), frecuentemente asociada a las infecciones urinarias.

Hay que advertir de que muchos de estos medicamentos (AINES) pueden llegar a ser muy tóxicos para gatos, sobre todo los usados en medicina humana (aspirina, ibuprofeno, paracetamol...), ya que pueden causar graves alteraciones en la coagulación, además de problemas gastrointestinales y renales.

En medicina veterinaria, tradicionalmente se ha usado como antiinflamatorio no esteroideo para gatos el meloxicam, con buenos resultados.

Aunque los corticoides son extraordinariamente útiles por su alto poder antiinflamatorio, no se recomiendan en enfermedades infecciosas, ya que pueden disminuir las defensas del animal, retrasando la curación.

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Antibióticos

El papel de los antibióticos es fundamental en las infecciones, ya que son los encargados de atacar al agente que causa el problema, las bacterias.

Generalmente, estas infecciones están causadas por gérmenes sensibles a un tipo de antibióticos de amplio espectro,es decir, útiles frente a un gran número de bacterias llamados quinolonas, como el enrofloxacino, el marbofloxacino, o el pradofloxacino.

Normalmente, son necesarios tratamientos antibióticos de larga duración (dos semanas, a veces incluso más) para resolver el problema.

De todos modos, antes de utilizar cualquier antibiótico es recomendable realizar una prueba de laboratorio llamada cultivo, complementada con un antiobiograma.

Esto se hace tomando una muestra de orina estéril (es decir, no contaminada) conseguida mediante cistocentesis (punción de la vejiga), que se cultiva para detectar el tipo de bacteria causante. Una vez conocida la bacteria responsable del proceso, se realiza un antibiograma, que es una prueba para saber qué antibiótico en concreto es efectivo contra esa bacteria.

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Problemas asociados. Algunas enfermedades, como los cálculos en la vejiga, pueden aumentar el riesgo de infecciones. En estos casos, es necesario tratar también estas enfermedades asociadas y no limitarse sólo a la infección es sí.

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Recomendamos que lleves a tu gato al veterinario al menos dos veces al año para una revisión.